BMW ya está probando en el mundo real un prototipo eléctrico con cuatro motores, uno para cada rueda. El vehículo combina parte del actual i4 M50 cuyos guardabarros dejan espacio para los impulsores, pero combinado con la parte delantera de los M3 y M4 que aportan mayor rigidez estructural.
La clave dinámica está la ausencia de relación mecánica entre la potencia que llega a cada rueda. El sistema M xDrive controla la cantidad de fuerza de manera independiente e instantánea en cada extremo, aprovechando la respuesta de torque casi inmediata de los motores eléctricos. Todo depende de un mega cerebro electrónico que revisa todos los parámetros, como aceleración lateral, posición de volante y resbalado de cada rueda para maximizar la performance en recta y sobre todo en curva.
Estas pruebas ya se están realizando en el mundo real y quizás logren cumplir con las palabras de Frank van Meel quién había comentado: “Sea cual sea el sistema de propulsión, siempre debe poder conducir nuestros autos y saber que son modelos M.” (ver nota) Además, estos modelos deberían de tener buena motricidad en terrenos resbaladizos, y según BMW lograr muy buena recuperación de energía en fases de desaceleración.
Antes de tener todo listo para esos nuevos M eléctricos revolucionarios, BMW y su división deportiva seguirán trabajando en el nuevo V8 biturbo plug-in Hybrid que debutará a fines de año en el XM, un SUV con la mecánica más poderosa de la marca. En 2023 también deberá debutar el i7 M70 y seguramente veamos los próximos M3 y M5 PHEV, preparando el terreno para los verdaderos Motorsport 100% a baterías.
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